lunes, 19 de marzo de 2012

Solicitud

Casi por algo naturalmente cronológico, todos los ex, vuelven luego de un año.

Cuando ya tenés todo bajo control, cuando por fin pudiste tirar ese osito de peluche que él te había reglado, de repente, tenes una nueva solicitud de amistad en Facebook.

¿Qué hago? Pensás. No da tener un ex en Facebook.

“Bueno, lo admito, le miro todas las fotos y lo elimino” No, tampoco, porque la leyenda “fulana de tal ahora es amiga de Juan Pérez” seguro te trae millones de cuestionamientos de tu pareja actual y ni que hablar de tus amigas que te bancaron 6 meses llorando por el.

Entonces, como en una película en blanco y negro, te vienen todos los momentos del fin de esa relación.

Sábado por la noche, te preparas para festejar dos años y cinco meses juntos. Te pasa a buscar y ya con cara extraña te dice: “Cenamos en un lugar tranqui, dale?”.

Una vez en la mesa, no dijo una palabra y como buena mujer le preguntás

- ¿Qué te pasa gordo?

-Nada

-Dale, algo te pasa

-No, nada.

-Si, estas raro, algo te pasa.

-No, no me pasa nada, quedate tranquila.

-Bueno, pero seguro seguro seguro que no te pasa nada no?

-Seguro.

Piden la cena, el postre, el café… y mientras va revolviendo con la cucharita y mirando su taza, te tira un “tenemos que hablar”.

Bueno! Te acomodas mejor en la silla y lo mirás fijo estrujando en tu mano derecha la servilleta.

“No estoy bien, necesito un tiempo, no te estoy dejando, pero necesito estar unos días sin vernos para saber que me pasa realmente, vos no tenes nada que ver, soy yo”.

Ah bueno, desde los quince años que nadie te pedía un tiempo, ya no se usa pedir tiempo, tarado! “No sos vos, soy yo” Qué dice? Usa frases hechas, cagón!

Pero como vos ya sos adulta, decidís darle su espacio y no llamarlo por unos días.

A la mañana siguiente abrís el Messenger y lo ves en línea. Enseguida te ponés un estado tipo “¡Qué lindo día!” o “salida con las chicaaaaaas”.

No te importa nada, pensás en menos de cinco minutos te aparece una ventanita que dice: Juan Pérez dice: Hola.

Pero nada, pasó más de dos horas, el reventado sigue en línea y nada.

Pasan tres días, ya te sabes de memoria todas las canciones de Sin Bandera y Camila.

Vas a trabajar y te imaginas que te va a esperar en la puerta. Nada che.

Reunión urgente de amigas, necesitas que te digan que va a volver, te dan concejos. “llamalo, dejalo, ignoralo, eliminalo del Messenger, andá a buscarlo a la casa, hablá con la madre” Y a vos nada te convence.

Entonces, a los 18 días, te plantás y decidís ir a buscarlo al trabajo, listo, hablas, solucionas todo y chau.

Estás a punto caramelo, entangada, pintada, perfumada, depilada. No te parás justo en la puerta para no asustarlo, entonces te paras enfrente. Son las seis en punto, ya sale. Y ahí lo ves… Qué bueno que está, estos días sin verlo lo pusieron mas lindo parece. Y esa forma de caminar… solo pensás en agarrarlo y que te parta en ocho. Vas hacia la esquina para cruzar y no le despegas la mirada. De repente lo ves fundirse en un abrazo con una mujer, le da un beso que le saca dos premolares. Ella tiene diez años menos que vos, cinco kilos menos, un culo divino, un pelo hasta la cintura, unas tetas balcón increíbles. Te querés matar. Ahí está la razón de su malestar. Te da media vuelta y te vas, antes te metes en el culo el maquillaje, el perfume y los 60 pesos que te cobraron del cavado completo. Lloras, lloras, lloras y mandas mensaje en cadena a tus amigas “al hijo de puta le agarró el viejazo, lo vi con una pendeja que se parte, me voy a casa a tomarme un fernet puro y sin hielo”

Ya en tu casa, con la pintura corrida, borracha y llorando todavía. Lo llamás.

-Hola Juan.

-Ah, hola, cómo estás?

-Cómo carajo se supone que tengo que estar pedazo de forro?

-No sé, decime.

-Te fui a buscar hoy al trabajo y te vi con esa puta de mierda, como carajo te crees que estoy?

-Pero nosotros nos estamos más juntos.

-Y en que momento me avisaste? Me pediste unos días, pasaron 18 y ya estás con otra!

-Se llama Mariana.

-Ah! Se llama Mariana la conchuda esa! Y Mariana sabe que YO existo?

-Mirá, con Maru estamos juntos hace seis meses, yo te lo quise decir, pero…

-Pero que? Me estas cargando? Sos un cagón! Me pediste tiempo, forro! Y yo como una pelotuda me quede esperando que me llames!

-Tenés razón, perdoname, pero lo nuestro ya no daba para mas.

-Pero, Juan, yo nunca me enteré que no daba para más, ay! Que pelotudo sos Juan!

-Tengo que cortar, disculpame.

-No me cortes Juan… Juan no me cortes! Juan? Juan? Juan!

Pedazo de hijo de re mil puta te cortó!

Y sentís que se te viene el mundo abajo. No la remontás con nada.

Volvés a la solicitud de amistad, mirás la foto de perfil, sigue tan bueno como antes.

Y decidís. Te cuesta pero tomás la decisión.

Te sentís radiante, fuerte, irresistible e inolvidable.

Nunca antes un simple click te hizo sentir tan bien.

“Ignorar solicitud”.

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