domingo, 4 de agosto de 2013

Días

Mas de una vez me han dicho que haga terapia, que me haría bien.
Claro que como buena tozuda que soy, jamás empecé.
Pero en días como hoy lo pienso, cuando no encuentro el motivo de mi molesto mal humor mezclado con angustia;  y me encierro en mi propio cuerpo, con mis piernas dobladas al pecho y mis brazos rodeándome.
Intento llorar. Eso siempre  funcionó para calmarme y seguir.
Pero esta vez no.  O ya no tengo el tiempo que solía tener.
Definitivamente hay algo que no me deja en paz.
No soy esa clase de mujer que dice con el pecho inflado “Yo digo todo lo que pienso y siento”. No, la verdad que no es así. En verdad no conozco a nadie que lo haga, nunca escuché a ninguno diciendo “Che, chino de mierda, no apagues las heladeras a la noche, la puta que te parió, chino”, pero todos nos quejamos de lo mismo.
Yo tampoco digo siempre lo que me pasa, mas de una vez he mentido diciendo “Si, si, de verdad, está todo bien”.
Y entonces no sé de qué me quejo si no abro la boca en el momento que debo hacerlo, no?
A veces me pregunto si te volvería elegir…
Hay días en que digo que si.
Hay días, como hoy, en los que dudo.
Simplemente, hay momentos en los que me siento cansada, defraudada, desilusionada,  desganada, vencida y harta.
Y se que mañana me voy a levantar mejor, y tal vez lea esto y me ría…
Hasta que vuelva a sentir lo mismo que siento ahora y tenga ganas de irme lejos otra vez…